eres
Posted by mr! | Posted in bah... , cansei de ser sexi , divagaciones , personal , y mas personal | Posted on 20:24
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y hoy tú dueles más que un hueso roto, mucho más...
y hoy tú dueles más que un hueso roto, mucho más...
Una necesidad punzante de besar y ser besado, tocar y ser tocado.
Una necesidad dolorosa de acariciar y ser acariciado, amar y ser amado.
Una necesidad torturante de ver y ser visto, recordar y ser recordado.
"We finished our old lives
Like we finished off the wine
Now we're used to staying up all night
Two hearts beating
Oh yeah, oh yeah"
es como caminar en una ladera muy inclinada, haces lo posible por no caer, mueves las manos como intentando volar, imaginando que tienes un largo trozo de madera como has visto en los circos cuando eras niño, moviéndolo de lado a lado para mantener el equilibrio porque no hay red que te detenga al fondo...
quizá mueves los pies cautelosamente, esperando no pisar una piedra suelta y rodar hasta el abismo, que una vez que estés ahí no podrás salir por más que intentes...
y gritarás pidiendo ayuda, pero nadie te escuchará, sólo estarás tú...
camino lento y no quiero caer, no una vez más, me llevó 3 años, 1095 días, 26280 horas, 1676800 segundos del más lento sufrimiento y me rehuso a pasar por lo mismo, tomar decisiones... ¡¡bah!! cansado de decidir, de pensar... de todo, de tout...
and yet... i secretly missed it... i must confess...
"but it can blend in... watch me get lost within... all the skies all the night every star every moon is mine..."
Domingo otra vez, son las diez y al abrir mis ojos noto que los rayos aún no han invadido mi cuarto con su cálida fuerza. Me incorporo y volteo por la ventana que está detrás de mí. El mundo parece paralizado bajo las nubes que cubren el cielo. Es domingo, pienso, y el viento choca en mi rostro, me produce escalofríos e instintivamente me abrazo.
Siento la piel de mi espalda en mis manos, está tibia y el contacto me da tranquilidad. Sigo viendo por la ventana en espera de que algo me de motivo para levantarme en otro insoportable domingo.
Finalmente decidí levantarme y tomar un largo baño. Salgo por una toalla y mi cuerpo desnudo siente el viento frío con una ligera brisa de lluvia.
Mis pies descalzos recogen polvo del sucio piso del departamento. Camino al baño y abro la regadera. Dejo que el agua corra por algunos momentos antes de entrar.
El agua caliente me recibe humedeciendo mi cuerpo y ocultando las lágrimas me acaricia suavemente, me envuelve en su suave manto. Me quedo parado sintiendo como las gotas se resbalan por mí.
Sigue siendo domingo cuando salgo de la regadera. Entro a mi cuarto y lo primero que hago es acostarme en la cama. Ahora el sol entra radiante por mi ventana, las nubes han desaparecido. El calor invade mi cuerpo, mis ojos no pueden contra la luz y debo cerrarlos.
Aún es domingo cuando despierto y el sol se ha recorrido completamente. No tengo hambre. Mi cara me arde por los rayos del sol. La muerte me parece un domingo: larga, insulsa y aburrida; pienso mientras decido que haré el resto de la tarde.
No puedo evitar preguntarme cuanto tiempo faltará para que mi vida sea un perpetuo domingo.
"my height, just average
my weight, just average
and my IQ is like you'd estimate, just average"
Je ne peux pas faire l'examen parce que j'ai de longs ongles faux
A feeling i was not supposed to feel again... sweaty hands, shaking legs, avoiding eye contact, sudden "unintentional" physical contact...
me gusta ser leído, escuchar como llegan las palabras a mi mente y no tener que verlas, sólo ocuparme en imaginar lo que ocultan esas pequeñas manchas de tinta sobre el papel amarillento. cerrar los ojos y estar cómodo.
Decenas de lunares rojos que invadían el lugar. Una esfera con cientos de espejos rectangulares que reflejaban descaradamente todo lo que llegaba a ellos colgaba encima de mí.
Unos pequeños altares a la vanidad y el deseo estaban en medio de la pista con hombres que se movían al ritmo de la música.
Una gran araña colgaba del vestíbulo rodeada de telas negras que deban la impresión de estar en una enorme tienda de acampar. Mientras un hombre usando lentes de sol bailaba sensualmente, al menos eso le parecía a él, en una de las zonas prohibidas. Demasiado alcohol en su cuerpo, pensé.
Minutos después varios hombres vistiendo traje negro lo arrastraron a la salida y terminó tirado en la banqueta de la calle mojada.
Un hombre lleva demasiado tiempo parado en las escaleras ve a todos con interés y parece buscar algo que no encuentra. Está solo. No me imagino ir a un lugar así solo, me parece depresivo y desesperado. Siento compasión por él.
En el baño hay muchas personas, ellos platican y ven a todo el que pasa. Habituales les llamarían los empleados. Ellos viven de esos lugares, son su diversión.
Música ensordecedora, bebidas alucinantes y desinhibidoras rondan por doquier.
Una pareja se ha encontrado, están platicando y se tocan provocativamente. Un hombre que usa lentes y lleva traje blanco circula por el lugar, ofrece cortesías y pregunta por el servicio.
Yo observo todo a mi alrededor, estoy ahí pero soy un ausente. Siento que no encajo en este interminable rompecabezas indescifrable, trato de unir las piezas en mi mente y no logro encontrar la última pieza, hay algo que no concuerda y no sé que es.
Me siento mareado, me concentro un momento y veo todo. La gente sigue bailando, cantando y bebiendo. Se ignoran, es una tienda aquí: sólo ves lo que te interesa y lo demás es parte de la decoración. Yo soy parte de la decoración.
Y es cuando encuentro la pieza que no encaja, me muevo de las escaleras donde he pasado toda la noche parado y me dirijo a la pista a bailar solo, y siento compasión por mí.
Para la siguiente receta de un día cualquiera tome de 2 a 5 personas, de preferencia muy distintas entre sí, y déjelas macerar en una parada de autobús por 10 minutos.
En un recipiente aparte ponga 1,500 kilos de pasajeros, espolvoree una pizca de basura, y conversaciones entre los pasajeros al gusto, bátalos hasta formar una mezcla uniforme y vacíelos en un autobús de mediano tamaño, el cual deberá estar previamente empolvado para evitar que se pegue, permita que se asiente.
Incorpore las personas que dejó macerando con el resto de los pasajeros en el autobús y espere de 10 a 15 segundos antes de revolverlos. Tome una espátula y agite todos los ingredientes hasta que vea que los grumos han desaparecido, será normal que obtenga un poco de espuma agresiva o gritos entre los pasajeros y las personas recién agregadas, sólo remuévala con una cuchara de madera y continúe.
Deje reposar los ingredientes por un largo y tedioso camino, sin olvidar frenar constantemente, y acelerar cuando los semáforos estén a punto de cambiar a rojo. En un asiento aparte bata a punto de turrón a un conductor del autobús con mucho cuidado para evitar que se baje la espuma, agregue dos cucharadas de cigarros, una cucharadita de mal humor y música grupera al gusto.
Añada lentamente al chofer mientras agita la mezcla, una vez que se han unido, precaliente un horno con forma de calle a 30º Centígrados por cerca de 8 horas.
Tome unos trabajadores salteados en aceite de oliva, amas de casa guisadas en mantequilla, estudiantes al vapor y visitantes de la ciudad al mojo de ajo; lícuelos con un poco de agua y sazone con maletas, mochilas, bolsas y morrales llenos de pertenencias personales.
Una vez más revuelva la mezcla con lo que licuó hasta ver que la composición es demasiado heterogénea. Meta el autobús al horno y trate de moverlo constantemente para evitar que se pegue la mezcla.
Para la cubierta utilice una duya con personas dentro, previamente cocidas y sazonadas, gradualmente orille el autobús del horno, para evitar quemarse, y decore al gusto.
Se dejará hornear por un periodo de tiempo considerable, dependiendo de la prisa que tenga el conductor y el tráfico del horno, normalmente tomará 1 hora.
Saque uno o dos pasajeros cada 5 cuadras aproximadamente para probarlos y saber si ha sido suficiente el tiempo de horneado o es necesario más.
Es opcional que a la mezcla antes de meterla al horno le agregue más pasajeros según la tradición tapatía y permita que unos entren al horno parados, esto le dará una consistencia más desesperante, con la desventaja que tendría más espuma agresiva al momento que agregue las personas que tenía macerando.
Sírvase caliente, se sugiere acompañarlo con una bajada apresurada, un par de empujones dentro del autobús, una taza de conversaciones ajenas graciosas, 100 gramos de albañiles groseros, una bola de nieve de ventanas que no se pueden abrir, algunas galletas de tubos de fierro mugrientos y un vaso con agua para evitar el empacho.
Le he llamado Ágata, no que ese sea su nombre, nunca le he preguntado, es decir… nunca hemos hablado.
Ella me acompaña en cada instante de mi vida desde hace más de un año. Desde entonces la palabra soledad, para mí, ha perdido significado.
Nos conocimos una noche, en un lugar obscuro y ruidoso. La gente bailaba y se divertía, creí verla en algún lugar, la ignoré.
El lugar cerraba y cuando por fin las luces se prendieron ahí estaba ella, clavando su mirada en mí, interesada, ultrajante y penetrante.
No supe como reaccionar, sentí miedo y ansiedad. Pero ella permanecía inmutable.
Me siguió a casa, no pude evitarlo.
Traté de huir de ella pero fue imposible. Aún cerrando los ojos Ágata estaba ahí, desquiciándome
Ella ve lo que yo veo, no puedo ocultarle nada. Lee esto mientras lo escribo, y sé que me juzga aunque no lo dice.
Ágata es más que sólo mi sombra, es mi compañera, mi amante, mi vigilante, mi siempre y mi todo. Y tan poco al mismo tiempo, sólo una mancha necia y caprichosa que niega irse.
Es silenciosa. Sigilosa con los demás y asfixiante conmigo. Me ve mientras duermo, como, me visto, camino, estudio. Le he pedido que me deje solo pero ella sigue callada y no se va, nunca se irá.
No sé que es lo que quiere de mí, nunca ha hablado y no espero que lo haga.
En instantes puedo llegar a ignorarla, pero siempre vuelve a mi pensamiento. Y entonces ella estará ahí para mí y yo para ella.
He llegado a aceptarla lentamente.
Quizá algún día despierte y ella ya no esté conmigo. Y entonces me sentiré solo otra vez y la extrañaré.
Finalmente seremos dos seres que viven en un mismo cuerpo, compartiendo sus días hasta que alguno decida ceder y desaparecer.
una historia de amorodio, eso es lo que es y no más,
"don't get any big ideasthey are not gonna happenyou paint your smileand fill the holes"
Recuerdos que llegan como golpes a mi mente. Acciones, personas, lugares, olores, sabores.
Mañana incomoda, palabras forzadas. Dolor de cabeza y boca seca. Conversaciones insulsas y repetidas. Hambre y cuerpo tembloroso. Miradas evasivas, complicidad acusadora.
Fragmentos que voy uniendo poco a poco y sin mucho éxito. Imágenes borrosas que se aclaran con el paso de las horas. Alcohol y tabaco, bares y tugurios, amigos y desconocidos.
Caminos que no recuerdo haber recorrido, sorpresa al ver una alberca que no creí existente. El sol me quema en la piel, la luz me lastima los ojos.
Comer algo que juré jamás comería. Suciedad en mi cuerpo, en mi ropa y en mi mente. Arrepentimiento y quizá un poco de asco. Marcas inexplicables en mi camisa, cabello apestoso y desordenado, ojos hinchados y enrojecidos.
Ignorarte e ignorarme será el juego de hoy, aunque no explícito sí acordado.
Calor asfixiante, suéter con olor a tabaco. Y en el sillón un tres de corazones, un truco de magia que por poco olvido…
mr!
Malas e inusuales combinaciones, vicios asquerosos y poco saludables. Pláticas sin sentido, o con mucho, no lo sé. Decisiones adelantadas, preocupaciones infundadas. ¿O fundadas? Olores y sabores familiares, desesperación corporal.
Luego aparente calma, manos temblorosas y sudorosas. Aún debía hablar, moldear, crear, destruir, modificar, pensar, imaginar.
Recorrido corto, obscuro y lleno de ideas obstruidas. Ansiedad.
Definitiva calma, obscuridad salvo por una luz blanquecina. Música soporífica. Movimientos suaves.
mr!
© All Rights Reserved. será un jueves de un mes impar de un año bisiesto
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